1. Llená el freezer
Cuanto menos espacio hay para aire caliente en el freezer, menos este tiene que esforzarse. Más comida = más eficiente. Es simplemente otro motivo para preparar y congelar más comidas. También podés llenar varias bolsas Ziploc® para freezer con agua para ocupar más espacio.
2. Controlá las porciones

Congelá porciones individuales para evitar tener que descongelar o recalentar un montón de comida de una sola vez. Dividí la sopa en porciones usando una bandeja para muffins y guardalas en una bolsa para freezer Ziploc®. O congelá dos rebanadas de pan en bolsas para sándwiches individuales antes de colocarlas en una bolsa para freezer, para que sea más fácil preparar los sándwiches.
3. Dejá enfriar
Si colocás alimentos que todavía están tibios en el freezer, corrés el riesgo de levantar la temperatura y descongelar parcialmente los alimentos congelados. Si estás apurado, enfría la comida más rápido haciéndole un baño de hielo.
4. Congelá vegetales

Evitá que los vegetales como las arvejas, los espárragos y el brócoli se pongan marrones en el freezer con este consejo simple: primero hervilos durante 30 segundos, después haceles directamente un baño de hielo.
5. Descongelá carne cruda

Si bien puede no haber problemas con cortes de pescado finos o hamburguesas, evitá cocinar pollo crudo o porciones grandes de carne sin primero descongelar, para así evitar temperaturas de cocción desparejas e inseguras.
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